El 9 de mayo de 2012 se sancionó en la Argentina, la Ley de Identidad de Género, un hito en el país en materia de diversidad y derechos humanos que permitió que las personas trans (travestis, transexuales y transgéneros) adquieran su Documento Nacional de Identidad correspondiente al género autopercibido sin trámites judiciales o administrativos, garantizando la confidencialidad del acta de nacimiento originaria

Esta ley, de número 26.743, no sólo contempla el derecho a la identidad, también ordena la gratuidad de todos los tratamientos médicos que permiten la adecuación a la expresión de género en todo el sistema de salud, tanto público como privado.

En estos cinco años, más de 10.000 personas trans cambiaron de nombre en su DNI, mientras que en el primer año hubo 3.000 casos. Queremos destacar el papel de la comunidad argentina en general, pues el Senado aprobó el texto de la ley con 55 votos positivos y ninguno en contra. La Ley de Identidad de Género no fue un logro aislado de una minoría social sino que fue producto de la lucha de muchas organizaciones sociales, políticas, sindicales, estudiantiles, etc., quienes trabajaron de manera conjunta durante años.

La Ley de identidad de Género es una de las leyes más avanzadas del mundo en cuanto a libertades y derechos y es un logro histórico de la lucha del colectivo LGBT argentino. Sin embargo, quedan batallas por ganar: cupo laboral trans, educación con perspectiva de género, etc. La ley fue un logro simbólico importantísimo, sólo nos queda el cambio cultural.

En un día tan especial saludamos a quienes hicieron este derecho posible.